

Al final, después de entregar una copia de dichos trabajos a la tienda, no salió adelante la publicación y las obras se quedaron sin poder salir a la calle.
Poco después fue Malagón quién habló a Adrián del Curso de Humor Gráfico impartido por la Universidad de Alcalá para Julio de ese año y de la oportunidad de poder desarrollar lo aprendido con el espacio de humor gráfico del periódico Diario de Alcalá, en el que trabajabá Malagón y que pocas semanas después se veria obligado a dejarlo. Toda esta historia vino a traer al mundo esta criatura:

La suerte parecía no estar del lado de Adrián, ya que ,aún con la ayuda del Maestro Miguel Ángel, del trabajo de humorista gráfico ofertado por el mencionado periódico fue a recaer en manos de otra dibujante: Marisa Babiano.

Y así es como concluyó el verano 2004, con mucho arte y poco beneficio. "¡¡Qué duro es ser artista!!"
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